Es acaso la forma de respirar tu manera de placer. A donde han
quedado aquellos bellos días en los que el olor a jazmín, lavanda y
eucalipto revolvían la tasa del te caliente de las mañanas. Mi aire se
esfuma y caigo presa del desespero. Me pregunta si quiero morir; dice
el modo, junto a una fragancia rojiza que invade los poliedros azules.
Respondo; si, quiero morir, pero no de gusto, sino de tacto. Arraizado a
la primicia segura de que existo; siento miedo a las alturas, pero aquella
escalera con dos ángeles y 3 gárgolas esculpidas en colores de la
holografía matriz, me indican que aparentemente es el camino
correcto. A donde me llevarás, he acaso logrado obtener el permiso de
volver a usted. No necesariamente he de volver a mi mismo; pero el
tiempo se ha llevado lo que he creado.