Y que más puedo pedir, unido a ti me encuentro, desgastado y
arrogante, adelgazo con nostalgia.
La caricatura esquiva retorna la suavidad del dato. Es como una noción
de tiempo mal aplicada, o quizás, una oportunidad para el
regocijamiento. Delicia factil y obediente la que me inmutas, atar del
paso, seminario del gozo, luz congruente y dicotomía presente.
Desgastado y acongojado, la eternidad reclama tu estancia; me relevo,
elevo y revelo ante ti. Amor adorado, impertinencia digna dele
aburrimiento al acompañamiento ausente.