Un Mensaje de Amor
Un Mensaje De Amor
En un pueblo humilde, bajo el cielo estrellado,
nació una voz de amor, de un mensaje sagrado.
Jesús no vino a juzgar, ni a alzar banderas de guerra,
sino a sembrar en el pecho la semilla de la Tierra.
Dijo: “Ama a tu hermano, aunque no piense igual,
que en el perdón sincero se encuentra la verdad.
No acumulen riquezas que el óxido devora,
más vale un corazón que al necesitado llora.”
“Sean como el agua fresca que al sediento calmará,
como el pan compartido que al hambriento saciará.
No busquen ser primeros, ni escalar con ambición,
pues el que sirve al otro halla en Dios su canción.”
“Si alguien te hace daño, no guardes rencor,
extiende tu mano, construye un puente de amor.
Hasta setenta veces siete borra la ofensa y sigue,
que en el cielo se tejen los lazos que no castigan.”
“No mires con desprecio al que yace en el polvo,
ni juzgues su camino si el tuyo aún está oculto.
Mejor levanta al caído, seca lágrimas al vuelo,
pues en el más pequeño brilla el Reino del Cielo.”
“Benditos los que anhelan justicia y paz sin fin,
los que no alzan espadas, los que apagan el odio en raíz.
No teman si el mundo los llama débiles o locos,
porque el amor es fuerza que derriba muros y rocas.”
“Vivan con sencillez, sin ataduras vanas,
confíen como el trigo que crece entre montañas.
El sol sale para todos, la lluvia no elige flor,
así debe ser el hombre: reflejo del Creador.”
Y al partir, nos dejó un mapa sin fronteras:
“Amar es la ley que trasciende banderas.
No soy yo el que vive si en vosotros no hay huella,
el Reino está dentro... y en la lucha por hacerlo estrella.”
Así habló el Nazareno, con palabras de panal,
no para imponer credos, sino para encender el faro.
No es un cuento de ayer, es un fuego que no apaga,
el que vive dando amor, en su nombre ya camina.
—Luis Barreda/LAB
