La Corrupción
La Corrupción
En rincones oscuros nace el mal,
un virus que infecta la verdad.
Silencioso, carcome la lealtad,
y corroe los pilares de la moral.
Prometen el cielo con voz fugaz,
mientras esconden trampas en su faz.
El dinero público, cual botín voraz,
lo guardan en cuentas sin jamás devolver.
Las calles se agrietan, las luces se apagan,
mientras en sus mansiones risas resbalan.
El pueblo trabaja, su esfuerzo no flags,
pero el fruto se pierde en bolsillos sin paz.
Un juez vende sentencias por monedas de plata,
la ley se doblega, la ética se desata.
El débil reclama, mas nadie le escucha,
pues el poderoso le clava su puñal.
En hospitales rotos no hay cura ni alivio,
las aulas sin techos son signos de hastío.
¿Dónde está el progreso que juraron construir?
Todo fue un espejismo... ¡solo queda sufrir!
Mas un día despierta la fuerza dormida,
la gente se alza, reclama su vida.
Con pancartas y voces que incendian la plaza,
exigen justicia, respeto y gracia.
“¡Basta ya de engaños, de robos descarados!
¡Queremos futuro, no líderes manchados!”
Los niños al frente, las manos alzadas,
siembran esperanza en tierras cansadas.
No es solo un grito, es un movimiento,
un río de almas que busca su intento.
Cada paso firme, cada consigna,
teje una red donde el fraude se resigna.
La unión es escudo, la verdad es espada,
contra la mentira, bien afilada.
Si unidos marchamos sin temor al fracaso,
la corrupción cae, derrotada al paso.
Que nadie se esconda tras trajes ni cargos,
el pueblo observa con ojos de vigilante.
La honradez no es sueño, ni utopía lejana,
es semilla que crece en tierra hermana.
Hoy sembramos lucha, mañana cosechamos,
un mundo donde el crimen no mandamos.
Donde el pan se reparte con manos limpias,
y brilla la luz de las conciencias.
Contra la sombra, alzamos el canto,
forjando un mañana libre de quebranto.
¡Pueblo, sigue en pie! No claudiques jamás,
que la corrupción caerá... y no volverá.
—Luis Barreda/LAB
