Dos Almas en Danza
Dos Almas en Danza
En la noche que te abraza sin temor,
hay secretos que el silencio sabe hablar,
no es la piel quien dibuja el resplandor,
sino el alma que aprende a navegar.
Quien se acerca sin querer florecer,
como el viento que arrasa sin raíz,
deja huellas de un placer sin tejer,
un instante que al marchar se desliza.
Mas si el fuego nace de un corazón,
las miradas son versos por cantar,
cada encuentro es sagrada comunión,
donde el miedo no logra habitar.
No es el cuerpo templo de la pasión,
sino el puente que el amor ha de cruzar;
en las manos que sanan la emoción
se descubre el lenguaje del hogar.
Hay quien busca en la sombra un refugio,
confundiendo el vacío con verdor,
pero el alma, sedienta de milagro,
solo brilla si hay ritmo en el tambor.
No es la ausencia, sino la presencia,
la que eleva lo simple a lo inmortal;
una risa, un suspiro, una esencia...
dos verdades tejidas en cristal.
Amar no es solo un beso entre la bruma,
es sembrar en el otro un manantial,
donde el tiempo se deshace de espuma
y el futuro se vuelve realidad.
Si la vida es un viaje hacia el misterio,
que tu paso no dance con cualquiera:
solo el alma que calma tu invierno
puede hacer de tu fuego primavera.
Porque el amor no entiende de prisas,
ni de cifras, ni juegos sin calor...
Es la danza que eterniza las risas,
donde el cielo se viste de fulgor.
—Y al final, cuando caigan los velos,
no habrá sombra que apague tu luz:
será el alma, no el cuerpo, el anhelo
que en tus versos repita *siempre tú*.
—Luis Barreda/LAB
