Cansado de vagar por los rincones
busco dos o tres memorias
donde anidar como roja mariposa
en grandes praderas tapadas de azucenas.
Estampan cabalmente en la memoria
las mil formas de tus manos,
repisa ligera de blancos nardos.
Ya van cercando las fuentes del olvido
nuestros abandonados lirios y tréboles
al sol,
ya veo los rojos ocasos ante mí,
rosales profundos se abren
de par en par
al cielo,
dos gotas tímidas emprenden su caída.
Ya no eres más conmigo dulces lirios;
seremos dos formas menguantes,
inhóspitas en sí.