#Españoles #Madrileños #SigloXVI #SigloXVII
En tanto que el hoyo cavan a donde la cruz asienten, en que el Cordero levanten figurado por la sierpe, aquella ropa inconsútil
Juanilla, por tus pies andan perdi… más poetas que bancos, aunque hay… que tus paños lavando entre unos c… oscureció su nieve a los tendidos. Virgilio no los tiene tan medidos,
Por las riberas famosas de las aguas de Jarama, junto del mesmo lugar que Tajo las acompaña, alegre sale Belardo
Dulce Señor, mis vanos pensamient… fundados en el viento me acometen, pero por más que mi quietud inquie… no podrán derribar tus fundamentos… No porque de mi parte mis intentos
Desde que viene la rosada Aurora hasta que el viejo Atlante esconde… lloran mis ojos con igual porfía su claro sol que otras montañas do… y desde que del caos adonde mora
El pastor que en el monte anduvo a… al pie del mismo, derribando un pi… en saliendo el lucero vespertino enciende lumbre y duerme sin recel… Dejan las aves con la noche el vue…
Encaneció las ondas con espuma Argos, primera nave, y sin temella… osó tocar la gavia las estrellas, y hasta el cerco del sol volar sin… Y aunque Anfitrite airada se cons…
Claro cisne del Betis que, sonoro y grave, ennobleciste el instrumen… más dulce, que ilustró músico acen… bañando en ámbar puro el arco de o… a ti lira, a ti el castalio coro
«—Di, Zaida, ¿de qué me avisas? ¿Quieres que muera y que calle? No des crédito a mujeres no fundadas en verdades; que si pregunto en qué entiendes
Quiero escribir, y el llanto no me… pruebo a llorar, y no descanso tan… vuelvo a tomar la pluma, y vuelve… todo me impide el bien, todo me aq… Si el llanto dura, el alma se me q…
Quejosas, Dorotea, están las flor… que las colores las habéis hurtado… y la frígida nieve se ha quejado de que mayores son vuestros rigore… Quejoso está el amor, que los amor…
Entro en mí mismo para verme, y de… hallo, ¡ay de mí!, con la razón po… una loca república alterada, tanto que apenas los umbrales entr… Al apetito sensitivo encuentro,
De una recia calentura, de un amoroso accidente, con el frío de los celos Belardo estaba a la muerte. Pensando estaba en la causa,
Éste de mis entrañas dulce fruto, con vuestra bendición, oh Rey eter… ofrezco humildemente a vuestras ar… que si es de todos el mejor tribut… un puro corazón humilde y tierno,
Anticipó la púrpura olorosa un temprano clavel; Fabio admirado dijo a Fenisa que bajaba al prado: «Corta su breve vida, Parca hermo… «Lástima fuera», respondió piadosa…