Blanco rayo de luna,
desciende ya, ilumina
las horas de tristeza
que oscurecen mi vida.
Desciende en la onda clara
de tu lumbre tranquila
y québrate en mi seno
donde el dolor se abriga.
Mis húmedas miradas
en ti solo se fijan,
y un misterioso anhelo
consume el alma mía.
Al fulgor de tu lumbre,
de la mente indecisa
visiones vagorosas
se alzan y me acarician,
y con helados besos,
con lánguida sonrisa,
de mis sueños me hablan
y luego se disipan.
Blanco rayo de luna,
desciende ya, ilumina
la noche de los tristes
que por amor suspiran.