Refería el poeta británico Samuel Taylor Coleridge, en conversaciones casuales de sobremesa recogidas por su sobrino Henry Nelson en un volumen doble titulado “Specimens of the table ...
Leopoldo Minaya:—Mis palabras van a estar caracterizadas por la sencillez y por la humildad, sin pretender que los conceptos encerrados en ellas sean absolutos o necesiten imponerse a n...
Cuando tú llegas rompen las puertas sus prohibicion… los espacios se ofrecen para que l… y la casa —silencio
Cada día, a la hora invariable, el niño veía al viejo pasar con la carretilla. El infeliz anciano se ganaba la vida arreando botellas rotas en su carretilla hasta que alguien, nadie sup...
Usamos el marfil del intelecto para hollar la frontera en que exi… trajinar que lo hacemos..., que lo… cuando fuimos en pos de lo perfect… De nada nos sirvió el ángulo recto…
Callad, callad ante el peso de la luz, expansión que palpita en lo oculto… Dios no se dice, se tiembla en su sombra,
Hablo del humo y hablo de lo human… hablando, en cada caso, por lo mis… la relación del pez sobre el abism… se implica en la ecuación, si das… Va de intento: Timón cavó la grut…
Anteayer —hora undécima— al abrir los ojos vi cómo engordaba la gota.
¿Dónde están las espadas de aserrí… y el amplio abrazo de la soledad? ¿Dónde están las espadas? Buidas en sus lechos (el haz con que me anulas,
Por lo chato del mundo, por lo vulgar, hablan solos los sabios, dedo pulgar. El discurso del necio
Soy un hombre maldito. Yo debía orientarme en sentido de tu huella… Señor, seguirla fiel, errar con el… y tras ella después plantar la mía… ¡Tanto pequé! Reí, mientras se ab…
Donde estoy no se oye nada, no se palpa nada que no sea hermoso. En los objetos, y en sus formas
Cuando llame, respóndeme, ¡oh Dio… En mi angustia yo espero tu respal… compadécete, escucha mi oración. Hombres, ¿hasta cuándo sabré de sus insulto…
Y contento te marchas si tu poema ha quedado grabado sobre la piedra. Siglos vienen volando
Sé la fiebre en mi médula dormida, la espina que florece en mi costad… la brasa que devore mis márgenes a… Danza en mí como la luz en la raíz del agua,