Mi mano en tu pecho se transformó en mariposa
para decirte adiós/
Los contornos del mundo se borraron
en ese aleteo/
y fuiste alas, remolino, viento, lluvia/
una bandada de estorninos, desafiando el inminente peligro/
libre/ ráfaga de viento
que dibuja en el cielo las mil formas de decir adiós
nubes, estrellas, bosques, arroyos, sonrisas
libros que abren y cierran sus alas y dejan caer
palabras, plumas, frases, historias que aún necesitan ser contadas.
Al ritmo sincronizado de un corazón que ya no palpita pero que vuela.
Mis manos abiertas /
alas de estornino pinto,
remolino de sueños gregarios,
creadores de una brisa tan potente
que logra dormir
con su vaivén
al tiempo.
Sólo es contemplar y flotar
en esa tercera orilla/
devenir de un río profundo
que no se detiene/
Los pájaros escriben tu nombre en el cielo.