Ojalá pudiera llevarla conmigo siempre, ojalá ella me escuchara y me viera crear estas fantasías.
Ojalá pudiera meterse en ellas,
Ojalá supiera lo que pienso,
ojalá sintiera lo que siento.
ojalá ella pudiese escuchar estos versos que escribo en mi mente y describo la sensación que me causa al tenerla cerca y sentir su respiración tan tentadora en mi nuca, saborear cada verso de palabras eróticas que me siguen muy seguido, verla a ella desnuda en una cama, en un sofá, en una mesa, en un rincón, en el baño, aquí besando cada rincón de nuestro cuerpo, acariciando nuestras falencias, nuestras almas
alimentando el ser que nos permite ser humanas mediante este pecado ya cometido
besando la punta de mis pestañas
y el sudor que brota de nuestros cuerpos a punto del éxtasis efímero
placentero
húmedo
tranquilo
descansa ella en mi pecho y siento su respiración aun agitada y su cuerpo tranquilo, como si estuviese es una nube de algodón, tan satisfecho.
me acaricia con esa ternura que solo gozan los amantes que se aman como dos piezas en un juego de ajedrez que son incapaces de perder, prefieren dar la mano a su contra y retirarse.
Ojalá ella pudiera leer detrás de estás letras y sentir más allá de esta jerga, ojalá pudiera llamarte mi amor, pero he de conformarme solo con llamarte.
eclipse clandestino que me concede la vida, llena de un amor que solo se vive en mi cabeza y una voz que no existe, con una corona que lleva ella y un labial rosa que le queda estupendo.