De vez en cuando
Me duelen las palabras,
esas que no pude decirte.
Me duelen los besos,
los que no pude darte.
Me duelen las manos,
de no tocarte.
Me duelen los brazos,
de no abrazarte.
Me duelen los ojos,
por mirarte y no encontrarte
Me duele el pensamiento,
de tanto negarte.
Ha pasado el tiempo, y el universo siguió creando su historia; pero de vez en cuando, una grieta en el pecho se abre y sangra.