#EscritoresEspañoles #Epigrama
Aqui yace mi mujer ¡qué dicha para los dos! ella se fue a ver a Dios, y Dios me ha venido a ver
Esta corona, adorno de mi frente, esta sonante lira y flautas de oro y máscaras alegres, que algún día me disteis, sacras Musas, de mis m… trémulas recibid, y el canto acabe…
Tu crítica majadera de los dramas que escribí, Pedancio, poco me altera; mas pesadumbre tuviera si te gustaran a ti.
Cupido no permite que mi canto celebre los héroes que la fama coronó de laureles. Él me inspira dulzuras
Cayó a silbidos mi Filomena. —Solemne tunda llevaste ayer. —Cuando se imprima verán que es bu… —¿Y qué cristiano la ha de leer?
El texto en amarillo se omite en el manuscrito, aunque aparece en la ediciones impresas. Las palabras en azul son las divergencias entre el manuscrito y las versiones impresas. Como mod...
¿Que al fin, las riquezas de la Arabia envidias, Icio, y a los reyes, no vencidos antes, de Saba preparas
A la ciencia de Hipócrates unida, dilata los instantes de la vida.
Nací de honesta madre: diome el ci… fácil ingenio en gracias afluente; dirigir supo el ánimo inocente a la virtud el paternal desvelo. Con sabio estudio, infatigable anh…
Estos que levantó de mármol duro sacros altares la ciudad famosa, a quien del Ebro la corriente undo… baña los campos y el soberbio muro… serán asombro en el girar futuro
Ya la feliz ribera del edetanio río a gozar vuelve su beldad primera, y los que devastó furor impío de Gradivo sangriento,
Febo desde la tierna infancia mía quiso que el plectro de marfil pul… y en las alturas de Helicón gozara sus verdes bosques y su fuente frí… Mas dudosa la mente desconfía,
Ésa que veis llegar máquina lenta, de fatigados brutos arrastrada, que en vano de rigor la diestra ar… vinoso auriga acelerar intenta: No menos va dichosa y opulenta,
No pretendas saber (que es imposib… cuál fin el cielo a ti y a mí dest… Leucónoe, ni los números caldeos consultes, no; que en dulce paz, c… suerte podrás sufrir. O ya el tona…
Este es Guadiela, cuyas ondas pur… van a crecer del Tajo la corriente… esta la selva deliciosa, donde Horas del ardor estivo las bellas hamadríades, formando