Soy un paisajista de tu alma,
un condenado de tu amor.
Estoy dañado con esperanzas
de que un día seamos tú y yo.
Soy un escapista de mi tristeza,
un auténtico soñador.
Pinto paisajes con tus promesas
y me ahogo en mares de tu ilusión.
Soy un idealista de una amarga belleza,
me pierdo en lo intenso de tu olor,
y en un valle de flores turquesas
se quiebran las sombras del amor.