Kamar Vianello

Demora

 
A lo lejos,
el mar canta,
toda la distancia es sed,
dulce sueño de cielo puro,
la vida se busca a si misma,
las horas acarician este silencio,
duerme ángel
en la profundidad de mi reino,
mira el fin de la noche
hasta las estrellas de divinidad obsoleta,
el silencio se abrirá al viento,
quizás,
demasiado tarde,
llegará la luz al fondo de la muerte,
flor de nada flor de piel,
oye el reclamo del destino secreto
de los árboles,
y es que no habrá otra oportunidad,
el cielo brilla
entre la confusión de las almas,
van dejando
el disfraz de piel humana,
llaves mágicas sin destino,
escribe piel solitaria,
delata los pasos del dragón,
cuida sin más los tontos tesoros,
y es que no habrá otra puerta,
ni siquiera un signo de esplendor.

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