Con tu cabello ondulado
y tu vestido negro.
Con tus labios rosados
y mis ganas de morderlos.
Con tu figura dibujada
sobre la cama,
y mis ojos atentos
a cada movimiento.
Con tus brazos arropados
con tu suéter de lana.
Con tus caricias al final de la noche
y comienzos de la madrugada.