#Colombianos
Jamás con mi recuerdo estarás sola… viviré sin cesar en tu presencia, mientras el lago aquél tenga una o… mientras el bosque aquél... guarde… Mientras que de tu pecho en los ar…
Si supiérais con qué piedad os mir… y cómo os compadezco en esta hora. En medio de la paz de mi retiro mi lira es más fecunda y más sonor… Si con ello un pesar mayor os caus…
Oye la historia que contóme un día el viejo enterrador de la comarca: era un amante a quien por suerte i… su dulce bien le arrebató la parca… Todas las noches iba al cementerio
Ruge el mar, y se encrespa y se ag… la luna, ave de luz, prepara el vu… y en el momento en que la faz leva… da un beso al mar, y se remonta al… Y aquel monstruo indomable, que re…
Cuando bajo la comba de la nave, del vasto templo, rezas con fervor… y tu oración se eleva, como un ave… del órgano al gemido vibrador, desde un rincón oscuro te contempl…
Hermosa y sana, en el pasado estío… murmuraba, en mi oído, sin espanto… —Yo quisiera morirme, amado mío; más que el mundo me gusta el campo… Y de fiebre voraz bajo el imperio,
¿Ves ese roble que abatir no pudo ayer el huracán que asoló el monte y que finge en el monte un alto y… centinela que mira el horizonte? El rayo apenas lo agrietó; sereno
Si porque a tus plantas ruedo como un ilota rendido, y una mirada te pido con temor, casi con miedo; si porque ante ti me quedo
Cantaba el ruiseñor su serenata. En el nocturno piélago se hundía detrás de la imponente serranía la luna como góndola de plata. Cantaba el ruiseñor su melodía.
Golpea el mar el casco del navío que me aleja de ti, patria adorada… Es medianoche; el cielo está sombr… negra la inmensidad alborotada. Desde la yerta proa, la mirada
A veces melancólico me hundo en mi noche de escombros y miseria… y caigo en un silencio tan profund… que escucho hasta el latir de mis… Más aún: oigo el paso de la vida
Oyendo está tus rumores allá abajo el ángel mío; corre y llévale estas flores que deshojo en tus hervores... Corre, corre, manso río
Tú no sabes amar; ¿acaso intentas darme calor con tu mirada triste? El amor nada vale sin tormentas, ¡sin tempestades… el amor no exist… Y sin embargo, ¿dices que me amas?
En las tardes brumosas del inviern… cuando el sol taciturno, paso a pa… va cayendo en las sombras del ocas… como envuelto en las llamas de un… abro las mustias alas y me cierno
¡La campiña! Sobre el césped del cortijo va la… tierna, rubia, frágil, blanca; —bajo el brazo la muñeca de cartón rosada y hueca—