abril me invadió de vacío
y pánico
y pasó que como el vino
o como todas las cosas quietas
[nunca permanecen igual]
ahora en mis pulmones nubes celestes
en el alma, aún, lluvia
y se me juega una sonrisa cálida
como un sabio sol
habito acá
en los contrastes
entre lágrimas de sal
ocasos, arcoiris
y claro que no tengo pensado
hundirme
si recién empiezo
a empujar