Como siempre, puede adquirir todos sus poemarios en https://www.amazon.com/author/dosartes
Mi verga chapoteaba, sedienta, ent… Su blanda cuquita regaba mis huevo… mientras yo amasaba y chupaba sus… tetas... ¡Oh, las grandes tetas de… A cada una de mis embestidas, ella…
Al otro, a Julián, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Los Ángeles, y me demoro, acaso ya mecánicamente, para admirar las montañas grises resaltadas aún más por los fríos y r...
Descubriendo estoy sus labios carn… Descubriendo estoy sus fantasías c… Con tiempo estoy descubriendo su cuerpo al ritmo de las olas del viento.
Quiero fumar tu aliento, devorar tu alma y cuerpo ¡de un sólo viento! Quiero regresar la verdad donde la segura soledad
Estoy harto de escuchar sonar las mismas canciones en la radio. Y no, no quiero que me mandés tu guayaba peludita ahora. Y aunque te escribo
No seás tan incrédula de mis habilidades, sirena. Quiero tus manos entre mis manos. Ajá, así.
Sorbo su soberbio placer, si desnudarla quiero. No me hace falta ver cómo se revuelve de amor placentero.
Con decoro y mucha tinta desencadenada mi mujer me envía muchas rimas sobre el más humano y exquisito deber
Ella me traga todo con sus labios… Enmarañados, pegados después... ¡… ¡Ah, ella es Sarasvati y, yo, Bra… ¡Y juntos consagramos nuestros templos de éxtasis y savia!
Azul, rojo y amarillo soy yo. ¡Radiante, me encanta sonreírle a… me encanta la rumba, me encanta la… me encanta la pasión, me encantan… Rojo, amarillo y azul soy yo.
Cómo me envuelven sus carnosos labios y traga cada una de mis notas... ¡Ah, cómo me exprime!
Sus labios... ¡Oh, mujer! ¡Ay, sus labios rojos me iluminan como una luciérnaga encima de una rosa! ¡Sus labios rojos! ¡Ay, son labio…
...La luz no se defiende; la luz ataca o se rinde... —Adonis Ali Ahmad Said Esber, H… Con tiempo y disciplina, te volví
Al moverse tintineaban las cadenas que ceñían sus muñecas contra la p… Como estaba vendada solo escuchaba… la lluvia levemente a través de la… Pasó así por más de dos horas. La…
¡Ah, mi musa! Con la ventana abierta tendida y desnuda yace mi musa, acariciándose y, ¡ay… Una vehemente brisa recorre todo m…