I
Alrededor de una perla
Que el mundo ostenta en su seno,
Como divino presente
De las manos del Eterno;
Hay dos aves de rapiña
Contemplando sus destellos:
Una de plumaje áureo,
Otra de plumaje negro.
II
Viendo la perla romperse
Entre su concha de cieno,
Ya afilan los corvos picos,
Para alcanzar sus fragmentos,
Las dos aves de rapiña
Que contemplan sus destellos:
Una de plumaje áureo,
Otra de plumaje negro.