Juana de Ibarbourou

Reencuentro

¡El agua misteriosa callada y sensitiva
el agua de mis tiempos de la interrogación,
en que eran los ríos una página viva
y un libro de poemas cada constelación!
 
Sobre su frío espejo balanceaba la noche
la misteriosa gracia de la sombra y la luz.
Alas oscuras, y alas en luciente derroche
de oro desmenuzado. Luna y sol al trasluz.
 
Y ahora, de la dura ciudad sin una fuente,
otra vez con el agua me encuentro frente a frente,
alucinada y tensa, la pupila voraz.
 
¡Oh, maravilla mía, el agua de este río!
No ha de volverme nunca la gracia de mi Estío,
pero en el agua encuentro mi rostro montaraz.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Juana de Ibarbourou...



Arriba