#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #LaMuerte (1918-1924)
Que nada me invada de fuera, que sólo me escuche yo dentro. Yo dios de mi pecho. (Yo todo: poniente y aurora;
Yo no seré yo, muerte, hasta que tú te unas con mi vida y me completes así todo; hasta que mi mitad de luz se cierr… con mi mitad de sombra
Cuando tú quieras, muerte. Te he vencido. ¡Qué poquito puedes ya contra mí!
El alba me sorprende buscando entre los lirios la huella de tu paso. ¡Imajen del naciente, que yerras en los hilos
¡Mira por los chopos de plata cómo trepan al cielo niño… Y van mirando al cielo y suben, los ojos en el azul, con… ¡Mira por los chopos
Abril, sin tu asistencia clara, fu… invierno de caídos esplendores; mas aunque abril no te abra a ti s… tú siempre exaltarás la primavera. Eres la primavera verdadera;
Un día, el canario verde, no sé cómo ni por qué, voló de su jaula. Era un canario viejo, recuerdo triste de una muerta, al que yo no había dado libertad por miedo de que se muriera de h...
¿Qué me copiaste en ti, que cuando falta en mí la imajen de la cima, corro a mirarme en ti?
No me mirarán diciendo: «¿Qué ere… sino sin curiosidad y noblemente. Porque yo seré también de los quie… y ya no tendré difíciles los pensa… Mis ojos serán, tranquilos, los su…
Todas las rosas son la misma rosa, amor, la única rosa. Y todo queda contenido en ella, breve imajen del mundo, ¡amor!, la única rosa.
Puse en el borriquete de madera la silla, el bocado y el ronzal del pobre Platero, y lo llevé todo al granero grande, al rincón en donde están las cunas olvidadas de los niños. El grane...
En el fondo de la estancia un instante nos hallamos; la sombra nos envolvía y nadie quiso mirarnos. Yo sentí que me embriagaba
Al fin nos hallaremos. Las temblo… apretarán, süaves, la dicha conseg… por un sendero solo, muy lejos de… cuidados que ahora inquietan la fe… Las ramas de los sauces mojados y…
Entrando en la dehesa de los Caballos, Platero ha comenzado a cojear. Me he echado al suelo.... Platero ha dejado la mano derecha un poco levantada, mostrando la ranilla, sin fuerza y s...
Ya el sol, Platero, empieza a sentir pereza de salir de sus sábanas, y los labradores madrugan más que él. Es verdad que está desnudo y que hace fresco. ¡Cómo sopla el Norte! Mira; por ...