Paloma blanca es tu sonrisa
temblor de alas
que me atraviesa el alma.
¡Qué bella eres!
Gracias por este amor
hecho de luz y de silencio.
Las aguas de la vida
corretean en mí
como alegre regato de montaña.
¡Qué bella eres!
Introdúceme de noche
si quieres
en tu alcoba.
Déjame entrar en ti
como la luna blanca
en el azul profundo de tus aguas.