El ayer en una barca que se prendían y arrojaba chispas me dijo que todo estaba por suceder y yo no le creí porque me sentía seguro de tener la plenitud en una celda solitaria rodeado de luz sideral y todo tipo de requerimientos y tormentos, mi serenata cubrió todos los rincones del Universo conocido por el ser humano y la mente del más extraño, mi amor es un don de la vida que trasciende el tiempo y termina con el futuro hecho suelo para germinar un fruto único para extender nuestro amor mucho más allá de la pintura que salta sobre el lector.