Como las telas que dan las arañas
las leyes presentes non sean atales:
que prenden los flacos, viles animales
e muestran en ellos sus lánguidas sañas,
las bestias mayores que son más estrañas
passan por todas, rompiendo la tela,
así que non obra vigor la cautela
si non contra flacas e pobres compañas.