El arte de ser poeta y ser tan puta
Soy una puta,
lo descubrí antes de que lo dijera él, por eso no me hieren sus palabras, por eso no me importa si desgarran.
Soy una puta,
porque le cobro la mitad del precio justo para que se adueñe temporalmente de mi cuerpo, cuando al parecer él lo quiere en cualquier momento para vaciar sus cargas y llenarme de amarguras.
Soy una puta,
porque tengo más tetas que alma y mi culo ha sido cementerio de las penas de aquellos que pagan por minutos de amor,
Me dice “te quiero”, sé que miente, pero me lo creo,
Me dice que puede sacarme de esta vida que llevo, pero ¿qué si no quiero?,
Me dice que soy bella aunque reflejo tristeza,
Me dice eternos discursos de chavales que se creen poetas,
Y yo, que siempre he sido incrédula me hago de la vista gorda ante sus propuestas, preguntas, discursos, poemas.
Soy una puta desde que un maldito introdujo forzosamente su tercer pata en mi agujero, y decidió que cien pesos era el precio de mi silencio.
Soy una puta barata,
con maquillaje barato,
con ropa barata,
con pantis baratos,
con zapatos baratos,
y quizás de corazón barato.
Soy una puta poeta o una poeta puta,
hago poesía con mis manos, labios, cuerpo,
tengo una antología extensa de poemas, uno por cada hombre al que acompañé, y dos por cada puta que me dio placer.
Sí, porque las putas también tenemos derecho a ser bolleras, maricas, lesbianas, travestis.
No, olvidé que no,
nosotras somos las sin-derecho,
las sin familia,
las miserables,
las egoístas.
“Malditas, benditas putas” les escuchabas decir, aunque por disimulo lo sustituían por la palabra “mujeres”,
pero es que todas las mujeres podían ser putas o eran una en potencia.
Les decían putas aun a las que no lo son,
putas las que los rechazan,
putas las que no se casan,
putas las mariconas,
putas las que abortan,
putas las que no cuidan la casa,
putas las que trabajan,
putas las que no se callan,
putas las feministas,
putas las que se drogan,
putas somos todas compañera.
Y machos,
malditos y benditos sean los machos que me trajeron aquí, porque hicieron de mi putería una musa.
Préféré par...
