Hasta el árbol tronchado en el camino,
sin hojas y sin frutos y sin flores,
puede prestar asiento a los pastores
y un báculo ofrecer al peregrino.
Así el anciano de experiencia y tino
máximas da que evitan sinsabores:
y sin savia, ni aromas, ni colores,
cumple su ley y tiene su destino.
¡Oh labrador! Escucha mi consejo:
te debes resistir cual me resisto
a cortar ramas aunque estén desnudas
porque puede salir de un árbol viejo
quizá la cruz en que sucumba un Cristo,
quizá la rama en que se cuelgue un Judas.