—Dime por qué me quieres.
— No lo sé.
...Y aquella tarde fui yo muy dichoso,
pero aún no sé por qué.
Si eres feliz un día, y te preguntas:
¿Por qué soy tan feliz?,
eres loco al hacerlo, que si el sueño
contesta a tu “por qué”, debe morir.
José María de Horna