Irás por el camino gloriosamente q… glosando los perfumes y las cadenc… y en torno de tus ojos lucirá la v… y en tu traje la nieve....así como… Te besarán las trenzas los hombros…

Mira el paisaje: inmensidad abajo, inmensidad, inmensidad arriba; en el hondo perfil, la sierra alti… al pie minada por horrendo tajo. Bloques gigantes que arrancó de cu…

¿Qué te dice mi voz a la primera luz auroral? “La muerte está venci… ya en todo se oye palpitar la vida… ya el surco abierto la simiente es… Y de la tarde en la hora postrimer…

Resplandece la bóveda infinita con el fuego abrasante del verano y, en la inmensa extensión, el sob… elemento prolífico palpita. La vida, como el alma de Afrodita…

Rubia la aroma luce en el oriente sus galas más espléndidas de fiest… que amorosa y rendida ya se aprest… del esposo a besar la roja frente. Para verle asomar alza su ingente

No apartes, adorada Musa mía, tu divino consuelo y tus favores del alma que, nutrida en los dolor… abrasa el sol y el desaliento enfr… Aparece ante mí como aquel día

En la estepa maldita, bajo el peso de sibilante brisa que asesina, irgues tu talla escultural y fina como un relieve en el confín impre… El viento, entre los médanos opres…

La llanura amarguísima y salobre, enjuta cuenca de océano muerto, y en la gris lontananza, como puer… el peñascal, desamparado y pobre. Unta la tarde en mi semblante yert…

Negro el altar, la bóveda desierta… el resplandor del moribundo día penetra por la angosta celosía de la alta nave sobre el muro abie… Allá en la triste soledad incierta

¡Ni un verdecido alcor, ni una pra… Tan sólo miro, de mi vista enfrent… la llanura sin fin, seca y ardient… donde jamás reinó la primavera. Rueda el río monótono en la auster…

Llueve. Del sol glorioso los rayos fulgurantes refléjanse en el agua, cual sobre níveo tul. Topacios encendidos

A fuerza de pensar en tus historia… y sentir con tu propio sentimiento… han venido a agolparse al pensamie… rancios recuerdos de perdidas glor… Y evocando tristísimas memorias,

Cada vida mortal es una hoja que el árbol guarda a octubre amar… cuando secas están se agita el vie… y al bramador torrente las arroja. Mas ¿por qué de la tuya nos despoj…

En tus aras quemé mi último incien… y deshojé mis postrimeras rosas. Do se alzaban los templos de mis d… ya sólo queda el arenal inmenso. Quise entrar en tu alma, y ¡qué de…

Coge la lira de oro y abandona el tabardo, descálzate la espuela, deja las armas que para esta vela no has menester ni daga, ni tizona… Si tu voz melancólica no entona