Cerca de donde vivo. En la vaguada. El otoño se muere cada día, en una sinfonía multicolor, de tal belleza...
¡Quítate las gafas, niño!... Deja que vea en tus ojos... lo que se esconde en tu alma. ¡Mírame a la cara, niño!... Para que vea en tus ojos
Quedome en la boca un gusto amargo. Con aquel último beso que nos dimos... Tú reías aún, y yo;
Las hojas tiemblan cuando la lluvia cae y golpea en ellas. Y en su monótono golpear cuento mis pasos
Soy... como el gato en la mañana esperando en tu ventana que me dejes entrar. Soy, como el sol que te calienta soy, la luz que te ilumina
Eran pasadas las cuatro y me desperté buscando tu mano: después tu cuerpo... que yo creía junto al mio. Sólo encontré sal esparcida
¿De qué color son tus ojos cuando en la noche suspiras soñando mil fantasías mientras miras la ventana esperando el nuevo día?.
Ayer... nos encontramos en la calle. Tú venías hacia mí, yo iba a tu encuentro. Mas cuando me iba a parar
Cuando veas salir el sol en el oca… Y el agua de los ríos subir a la m… Cuando dejes de oír el eco de mi v… ni el rayo prenda llama. Cuando quieras amarme y sea tarde
Me acerqué a ti en silencio, posiblemente me esperabas. Me acerqué, como la brisa caliente, un día de verano... Y puse mis labios sobre tu
Cuando tú no estés, mi barca habrá partido y en mi dolor, no veré más la luz. Cuando tú no estés,
El bosque se desnuda..., ya se calma el viento. Las hojas se retuercen... Unas lloran, otras mueren riendo.
Recuerdo que la tarde de otoño era lluviosa; aparté la vista del libro que estaba leyendo con la intención de encender la luz del cuarto de estar, cuando el timbre en la entrada se dejó...
“Dedicado a Robert Musil” Cogido a los barrotes de la cárcel, en donde mi alma vive prisionera. Mi cara a la reja está pegada.
Te regalo el eco de las olas, guár… que no se pierda su sonido monóton… envuelto en su vestido de espuma. Ponte tu collar de perlas entre ar… de baja mar...