Antes de conocerte... Ya te sabía. Te he soñado tantas veces que ya conozco tu vida. Tu pelo no tiene trenzas,
¡Me dueles cuando te sueño!, robándole suspiros al amor... Con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios. Y miro hacia otro sueño,
Bien quisiera huir..., salir de mi cerebro, y nunca más volver a ser esclavo del deseo. Mas...
Hoy leí en grandes carteles que... ¡Nos han prohibido el amor! Y me fui a llorar mi tristeza a un rincón donde nadie me viera. Volví y escribí ¡Te quiero!
Soñé como el poeta, que vivía... Pero sentí como su mano fría, mi garganta oprimía. Giré la cabeza... Tú me sonreías
Cerca de donde vivo. En la vaguada. El otoño se muere cada día, en una sinfonía multicolor, de tal belleza...
Las hojas tiemblan cuando la lluvia cae y golpea en ellas. Y en su monótono golpear cuento mis pasos
Alma errante... son de copla... Que, arrebatando el sentido, va a morir en el olvido, donde los grandes descansan.
Soy... como el gato en la mañana esperando en tu ventana que me dejes entrar. Soy, como el sol que te calienta soy, la luz que te ilumina
Ayer... nos encontramos en la calle. Tú venías hacia mí, yo iba a tu encuentro. Mas cuando me iba a parar
Cuando llega la noche, y la oscuridad del mundo se apodera. Quisiera yo en mi lecho, a mi lado, sentir tu corazón
Me acerqué a ti en silencio, posiblemente me esperabas. Me acerqué, como la brisa caliente, un día de verano... Y puse mis labios sobre tu
“Dedicado a Robert Musil” Cogido a los barrotes de la cárcel, en donde mi alma vive prisionera. Mi cara a la reja está pegada.
¿Qué mano misteriosa, agita las aguas? ¿Qué poder misterioso hace moverse el viento? ¿Por qué me emociono
¿De qué color son tus ojos cuando en la noche suspiras soñando mil fantasías mientras miras la ventana esperando el nuevo día?.