ENTRE nubes de tierra va la hormiga
gota a gota sin hueso que se oculta
enhebrando el planeta, innumerable.
Un rosario de tactos mensajeros,
caravana a la sombra del arbusto,
que ella sueña palmera enarbolada
hacia un cielo que, en lo alto, va muriendo.
Negra arena gotea y va pasando,
medidora del tiempo, de otro tiempo,
que transcurre debajo de la tierra.