Soy esto sólo, un grito que se ord… para cantarte a ti recién venida, un ala inesperada y decidida que roza en esa piel, en esa arena de tus hombros, y ciega se encaden…

Golpeo ahora —y nadie dentro— con los nudillos hasta hacerme sangre —y nadie dentro—

Porque te hice de la nada, de la sorpresa y el deseo, de la carne de las palabras y con la forma de los sueños, y porque sólo una mirada,

Perlora, en la distancia, recordar… es dar al sueño una verdad lejana; es como oír de nuevo la campana de aquel mar que florece al golpea… Qué fábula, qué magia pudo darte

A tu orilla he venido. Tengo un o… y una voz desusada. Tú me esperas:… una pasión y un fruto. Y tiene nue… el vuelo, la corriente, seguros, p… He venido a tu orilla con los braz…

Se oye levísima la voz del viento. Suena entre los árbole… quizá como nunca sonó. (La noche nace como un río de las manos mismas de Dios.)

Arrojado a tu luz madrugadora, me muero niño y soy todo un deseo de varón en continuo jubileo hacia tu corazón de ruiseñora. De trino escalador junto a la auro…

Sé que beso la muerte cuando beso tu piel que aloja y vence a la her… y que el final que mi pasión procu… es lugar de la muerte al que regre… Sé que en ti misma acabas, y por e…

Canta el mar a mis pies, canta y r… y dice su mensaje apresurado hasta escalar la soledad del prado donde otra playa de verdor se estr… Se ve en la hondura el oro de la a…

Mujer, quiero ya huir, quiero sent… tan distinta, distante, adivinada, que el tacto sea ajeno a la llegad… y aun el sueño incapaz para fingir… Tan lejos que no pueda orarte, her…

Ese dedo de Dios, eternamente acercándose al hombre –y no lo toc… ese soplo encendido de su boca que da sentido a un torso y a una… ese ser poderoso y derribado

Mira cómo se quema el Guadarrama en sus torres azules. Esa loma tiene un poco de nieve, una paloma que ha librado sus alas de la llam… Qué desierta de pájaros la rama

Qué quieto está ahora el mundo. Y… qué cerca estás. Podría hasta toca… Y hasta reconocerte en cualquier p… de la tierra. Podría decir: río, y nombrar a tu sangre. En el vacío

Hoy he tomado el barro de la palab… su piel ya me conoce; poco a poco,… por mi caricia, vibra, responde a… de la costumbre. Toco. Me adueño… Penetro en la palabra. Las orilla…

Gracias, Señor, porque estás todavía en mi palabra; porque debajo de todos mis puentes pasan tus aguas. Piedra te doy, labios duros,