Mira cómo se quema el Guadarrama en sus torres azules. Esa loma tiene un poco de nieve, una paloma que ha librado sus alas de la llam… Qué desierta de pájaros la rama

Arrojado a tu luz madrugadora, me muero niño y soy todo un deseo de varón en continuo jubileo hacia tu corazón de ruiseñora. De trino escalador junto a la auro…

A tu orilla he venido. Tengo un o… y una voz desusada. Tú me esperas:… una pasión y un fruto. Y tiene nue… el vuelo, la corriente, seguros, p… He venido a tu orilla con los braz…

Soy esto sólo, un grito que se ord… para cantarte a ti recién venida, un ala inesperada y decidida que roza en esa piel, en esa arena de tus hombros, y ciega se encaden…

Veo a diario tu casa que, encendid… con ese sol, ya casi en primavera, es la rosa del día más primera por donde tú apareces a la vida. Así mi corazón, casa dormida,

Ya todo preparado, suspendidas las lágrimas de aquel… todo deshabitado para el tacto que… la raíz poderosa de su hermosura f… —oh, terciopelos muertos de rubor…

Tú eres el corazón con lo vivido, en ti está lo que atrás vamos deja… lo que hemos ido con pasión amando… definitivamente ya perdido, en ti vemos las gracias que se han…

Entra en la playa de oro el mar y… la cárcava que un hombre antes, te… hizo con su sosiego. El mar se ha… y se ha quedado niño, entre la are… Así es este eslabón de tu cadena

Para las altas cumbres, alta vida. Alta de amor. Voz alta. Alto send… —sierpe de fe y de luz—. Albor pri… para las altas nubes de tu huida. Alta de brisas altas. Confundida

Mis ojos van por estos árboles, pájaros tristes del otoño, desalentados, con memoria de los verdores más remotos. Dudan, avanzan, se confunden

Vuelvo a mi casa, más alta que la tuya, Luisa Esteban, pero sin una ventana que dé al atrio de la iglesia. —¡Adiós, adiós—

Canta el mar a mis pies, canta y r… y dice su mensaje apresurado hasta escalar la soledad del prado donde otra playa de verdor se estr… Se ve en la hondura el oro de la a…

Se oye levísima la voz del viento. Suena entre los árbole… quizá como nunca sonó. (La noche nace como un río de las manos mismas de Dios.)

En la sombra sin nadie de la plaza… la espalda de la amada y su silenc… en la sombra sin nadie de la plaza… aquel niño de Batres, mudo y quiet… en la sombra sin nadie de la plaza…

Sé que beso la muerte cuando beso tu piel que aloja y vence a la her… y que el final que mi pasión procu… es lugar de la muerte al que regre… Sé que en ti misma acabas, y por e…