(1970)
Del libro "No me preguntes cómo pasa el tiempo"
#EscritoresMexicanos Calles, avidez, hora tiniebla,
Que otros hagan aún el gran poema los libros unitarios las rotundas obras que sean espejo
Nacen en las pantanos del insomnio… Son negrura viscosa que aletea. Vampiritos inermes, sublibélulas, caballitos de pica
Como se ahogaba en su país y era i… decir una palabra sin riesgo Como… de una sospecha una delación un pr… el poeta llenó el idioma de una flora salva…
Con aire de fatiga entraba el mar en el desfiladero El viento helado dispersaba la nieve de la montaña Y tú
“¿De quién son estos ojos?” Dicen como niños los amantes Inmemoriales Quieren tener para ser otros Dos en uno
Lo que dice la piedra sólo la noche puede descifrarlo Nos mira con su cuerpo todo de ojo… Con su inmovilidad nos desafía Sabe implacablemente ser permanenc…
Entre tanto guijarro de la orilla no sabe el mar en dónde deshacerse ¿Cuándo terminará su infernidad que lo ciñe
¿Qué va a quedar de mí cuando me m… sino esta llave ilesa de agonía, estas pocas palabras con que el dí… dejó cenizas de su sombra fiera? ¿Qué va a quedar de mí cuando me h…
Bajo el mínimo imperio que el vern… se derrumban los días, la fe, las… En el último valle la destrucción… en ciudades vencidas que la ceniza… La lluvia extingue
«La sangre derramada clama venganz… Y la venganza no puede engendrar sino más sangre derramada ¿Quién soy: el guarda de mi hermano o aquel
Estallan los jardines de la pólvor… en el cielo oscurísimo y su aplomo… Estruendo frente al mar que se enc… desde la eternidad contra las roca… A cada instante otro Big bang.
Como Ulises me llamo Nadie. Como el demonio de los Evangelios mi nombre es Legión. Soy tú porque eres yo. O serás porque fui. Tú y yo. Nosotros dos. Vosotros, los otros, los innumerabl...
No tenemos raíces en la tierra. No estaremos en ella para siempre: sólo un instante breve. También se quiebra el jade y rompe el oro
La muchacha desnuda toma el sol apenas cubierta por la presencia de las frondas. Abre su cuerpo al sol que en lluvia de fuego
En las paredes de esta cueva pinto el venado para adueñarme de su carne, para ser él, para que su fuerza y su ligereza s…