#Mexicanos #SigloXX #SigloXXI
Bajo el mínimo imperio que el vern… se derrumban los días, la fe, las… En el último valle la destrucción… en ciudades vencidas que la ceniza… La lluvia extingue
Una gota de lluvia temblaba en la… Toda la noche estaba en esa humeda… que de repente iluminó la luna.
Pero el agua recorre los cristales musgosamente: ignora que se altera lejos del sueño todo lo existente. Y el reposo del fuego es tomar for…
Es verdad que los muertos tampoco… Ni siquiera la muerte permanece Todo vuelve a ser polvo Pero la cueva preservó su entierro Aquí están alineados
Hubo una edad (siglos atrás, nadie… en que estuvimos juntos meses ente… desde el amanecer hasta la media n… Hablamos todo lo que había que hab… Hicimos todo lo que había que hace…
La manada de perros sigue a la per… por las calles inhabitables de Méx… Perros muy sucios, cojitrancos y tuertos, malheridos y cubiertos de llagas supurantes.
No amo mi patria. Su fulgor abstracto es inasible. Pero (aunque suene mal) daría la vida
Nacen en las pantanos del insomnio… Son negrura viscosa que aletea. Vampiritos inermes, sublibélulas, caballitos de pica
No me deja pasar el guardia. He traspasado el límite de edad. Provengo de un país que ya no exis… Mis papeles no están en orden. Me falta un sello.
Quiso apagar incendios con el fueg… Murió en la selva de Vietnam y en vano.
Como se ahogaba en su país y era i… decir una palabra sin riesgo Como… de una sospecha una delación un pr… el poeta llenó el idioma de una flora salva…
Tengo siete años. En la granja ob… por una ventana a un hombre que se… y procede matar a un cerdo. No quiero ver el espectáculo. Casi humanos, escucho
Calles de niebla y longitud de olv… Tibia tiniebla en donde todo ha si… verdor salobre y avidez impune Hora de cobre que al partir reúne calles de niebla y longitud de olv…
Como Ulises me llamo Nadie. Como el demonio de los Evangelios mi nombre es Legión. Soy tú porque eres yo. O serás porque fui. Tú y yo. Nosotros dos. Vosotros, los otros, los innumerabl...
No tenemos raíces en la tierra. No estaremos en ella para siempre: sólo un instante breve. También se quiebra el jade y rompe el oro