José Angel Buesa
Que dulce, si lloviera de repente...
No sé por qué, porque tú estás lejana,
pero en la soledad de esta mañana
hay algo de tu amor que no está ausente.
 
Y yo sonrío, extraño adolescente
de ojos cansados y cabeza cana,
yo, que aún puedo asomarme a la ventana
y ver la luna que no ve la gente...
 
Ah, sí, que dulcemente llovería
con este sol, para olvidar un poco
mi prematura gran pasión tardía...
 
Y yo cierro los párpados huraños
pensando en ti, yo, extravagante y loco
adolescente de cuarenta años.
Preferido o celebrado por...
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