Una tarde lejana
el hombre enamorado del amor
fue a recoger, al pie de una ventana
un beso y una flor
Abajo estaban Ella
la flor, el beso y el atardecer
pero alla arriba, en la ventana aquella
se asomaba una sombra de mujer
Y el alma se le iba
al hombre enamorado del amor
y sus ojos miraban hacia arriba
al dar el beso y al agarrar la flor
Nunca supo quien era
Nunca la volvio a ver
pero el perfume de su cabellera
lleno de rosas el atardecer
Y hoy, al pasar con la cabeza cana
el hombre enamorado del amor
suspira por la sombra en la ventana
sin recordar el beso ni la flor