Jorge Eduardo Eielson

No se trata de jugar tranquilamente...

No se trata de jugar tranquilamente
Con el pene o la vagina
Como si fueran pájaros o peces
No es suficiente penetrar
En el fondo de otro cuerpo
Con el glande o la mirada
Nuestra sangre y nuestros huesos
Son tinieblas que se juntan casualmente
Y eso es todo. Mas el amor verdadero
Es un gigante de oro
Que no tiene pene ni vagina
Y que tampoco muere
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Jorge Eduardo Eielson...



Arriba