¿Soy yo, arenas giratorias, libres… Firmamento hundido, el que se incl… Y besa su rostro puro entre velos… Mil años dormida junto a un cráneo… De oro, un paño colgado, la he bes…

Canto la belleza de mi cafetera us… Verdadera clepsidra En la que mi tiempo se acaba Gracias a ella aprendí La amargura y el azúcar de la vida

Penetro tu cuerpo tu cuerpo De carne penetro me hundo Entre tu lengua y tu mirada pura Primero con mis ojos Con mi corazón con mis labios

Éste que veo, cielo, y no otro, ll… De arrebolados astros, de mármoles… Cuyas astas son todo lo que hay co… ¡Oh la gran llama azul del cielo y… Y la noche que se agita de ciervos…

Los caballos llegaron al alba La gente se despertó llorando Y salió desnuda a la calle Los caballos pasaron delante de el… Como una llamarada

Saludo el mar Con una mano Y saludo a la gaviota Que me saluda a gritos Con la otra

Madre nuestra que estás en la aren… Y en el aire del desierto Tú que modelas nuestra vida Y nuestra muerte con la arcilla Y con el fuego de los siglos

Lo que quiero decir Es que no tengo nada que decir Que todo lo que digo Lo digo solamente Solamente lo digo

Veo las líneas de Nazca En la palma de mi mano veo La cola del mono en mi cerebro Y muchas otras líneas Que atraviesan mi pupila

La poesía es para Martha Un avión amarillo Con el que sale volando A cada instante. Es allí que escr… Siempre entre las nubes

Aura suprema, besa mi garganta hel… Confiéreme la gracia de la vida, d… El suplicio de la sangre, la majes… De la nube. Que en cada gota del… Haya tristeza, sombra y amor. ¡Oh…

Brillante y transparente maestro Fue mi mar. Nadando En sus aguas saladas corriendo Sus altas olas aprendí a vivir Sobre la tierra. A comprender

Hoy me despido de mi patria Siempre salada y luminosa Gracias a su pescado Y a la divina espuma De mi infancia en el océano

Hoy quisiera hablar de mi conciert… De trapos de mi saxofón De terciopelo azul de mi clarinete Que sube y baja como el sol Hasta alcanzar la divina incandesc…

Cubro tu cuerpo Con una sábana blanca Sobre un lecho sombrío Y el único fulgor que veo Debajo de ella es tu hermosura