De mesurado acto y callada noche,
reposa en él un habla interna,
la voz demente que decapita la razón,
No hay quién aquiete su instinto visceral,
que en su desorden la sangre le espesa ,
no comprende el bien ni el mal que acredita la moral social,
Pues lleva consigo el deseo conflicto de querer y matar.