Recordando a Germán Rodríguez.
Yerto de tiempos idos yace un papel enumerado sucio de reyertas.
Llueve El agua fresca burbujea llevando a las estrellas de paseo mientras cae por la cascada. Las grietas de mi tierra
De un golpe se desprenden como hoj… los gritos secos y ahogados asfixia imborrable, río de ignomin… No son frutos De un golpe que apagó esperanzas
El sonido del acordeón se ocultó detrás de las pupilas de mi tía mientras que mis dedos aspiran a vibrar con aire escrito en penta… No hay música para la estación,
Allá está mi carta sin respuesta. Se ha quedado el sonido suspendido y esperando lo imposible. Un sordo se deslumbra de celajes
Es una larga noche de piedra cuando clavaron al hambre con fierros oxidados en maderos tr… No es profusa la sangre sino el hu… lo que corre llenando resquicios
La tarde se despilfarró en gotas tremebundas humedades sumadas que desnudaron con abundancia lo turbio de nuestras costumbres. Más allá, se asfixia una tortuga.
Tengo un corazón por mapa pegado a una anacrónica pared; lo acompañan los recuerdos, las vi… las frases reversibles y un calend… pasado de tiempo al que le faltaro…
Mi lengua se pone alas y articula granizos. Párpados silentes sin fuego, témpanos que se derriten
Alguien me habló, inesperado mientras daba vueltas de hoja consumido en insultos religiosos. Ave madre dulce trueno, era la voz abandonada desde tiempo atrás
Muerte vieja. No fue la hora de las premonicione… La muerte desistió, cansada, partió rodeada de neblinas tristes y vagas campanas escarchadas.