Tener, al mediodía, abiertas las v… del patio iluminado que mira al co… Oler un olor tibio de sol y de man… Decir cosas sencillas: las que ins… Beber un agua pura, y en el vaso p…

Eres, como la luz, un breve pacto que de colores fragua su blancura; y en iris —como a ella—te figura de la nieve menor el prisma abstra… Dejas, como la luz, un sordo impac…

A través de las frases que dices adivino las que callas como, bajo los versos de un pergamino antiguo, —mal borr… por la mano del monje

Regreso, otra vez y pienso... —se piensa siempre, al volver—. Un árbol... un cielo inmenso y un corazón de mujer. ¿Un corazón o una cara?

Duerme, ya desnuda. El sueño te viste mejor que una túnica.

Enterrado vivo en un infinito dédalo de espejos, me oigo, me sigo, me busco en el liso

Para escapar de ti no bastan ya peldaños, túneles, aviones, teléfonos o barcos. Todo lo que se va

Vuelvo sin mí; pero al partir llev… en mí no sólo cuanto entonces era sino también, recóndita y ligera, esa patria interior que en nadie a… Oigo gemir la aurora que te alaba,

Vas a llorar pronto. Ya el cielo se hace chiquito en tus ojos.

Tu amor es todo de ausencia. Llegan a mi alma como el aroma de un jardín oculto tus palabras, vagas. No sabes durar. Tu esencia

Naranjitas de China, naranjitas doradas que caían, maduras, al corral de mi casa de una casa vecina,

Esta impresión de estar vivo ya para el cielo y —no obstante—en la tierra de tu corazón, muerto!...

En primavera da flor el clavel. Pero ¿en qué tiempo da dicha el am… En el recuerdo... En primavera da aroma el rosal. Pero ¿en qué tiempo da fuerza el d…

Todo, así, te prolonga y te señala… el pensamiento, el llanto, la deli… y hasta esa mano fiel con que resb… ingrávida, sin dedos, tu caricia. Oculta en mi dolor eres un ala

Como el bosque tiene tanta flor oculta, parece olorosa la luz de la luna. Como el cielo tiene