Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras todo esto. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las tres de la mañana p...

Me dueles. Mansamente, insoportablemente, me… Toma mi cabeza, córtame el cuello. Nada queda de mí después de este a… Entre los escombros de mi alma bús…

Para hacer funcionar a las estrell… Las rosas están insoportables en e… ¿Por qué me levanto a las tres de… Tengo todas las páginas para escri…

Es inútil. Todo vuelve a nacer. Para la obscura boca que nos traga… para el amor y el odio, para el llanto, aquí estamos.

Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto...

Tu cuerpo está a mi lado fácil, dulce, callado. Tu cabeza en mi pecho se arrepient… con los ojos cerrados y yo te miro y fumo

Bajo mis manos crece, dulce, todas… Me doy cuenta de que tus pechos cr… Mi hijo te está haciendo más dulce… Guardadora, te amparo contra todos…

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a...

—¿Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua: es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas, el agua asciende al aire, como c...

Con la flor del domingo ensartada en el pelo, pasean en la alameda antigua. La ropa limpia, el baño reciente, peinadas y planchadas, caminan, por entre los niños y los globos, y charlan...

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad....

Soy mi cuerpo. Y mi cuerpo está triste, está cansado. Me dispongo a dormir una semana, un mes; no me hablen. Que cuando abra los ojos hayan crecido los niños y todas las cosas sonrían....

La procesión del entierro en las calles de la ciudad es ominosamente patética. Detrás del carro que lleva el cadáver, va el autobús, o los autobuses negros, con los dolientes, familiare...

—Quiero una Tota, digo, a la hora… —No se dice Tota, papá se dice ko… —Bueno, quiero una Coca Cola. A los tres años y medio, Julito a… —Compra unos pipis, le digo a mi m…

Cuando tengas ganas de morirte esconde la cabeza bajo la almohada y cuenta cuatro mil borregos. Quédate dos días sin comer y veras qué hermosa es la vida: