Himno a la soledad
Poetica Aeternum
Hoy, después de tantos días felices
Tardes buenas y malas, sorpresivas y raras
De charlas profundas y risueñas, hoy nada
Hace que volver a tenerte cambie el clima gris
Tu compañía no es grata pero igual allí estás
Impaciente a que me distraiga para poderme abrazar
Siguiéndome a tientas en cada tropiezo, suspiro
Y sé que estar contigo es de nuevo un nuevo comienzo...
Tu lumbre es tan impávida cuando llega
Que no si es suerte, karma o el destino que golpea
Mi puerta para hacerme entender que tu cara pálida
Es la cara de la realidad, de mi realidad, que deja de ser cálida
Aunque no eres tan mala como lo es tu fama
Curas heridas junto con el tiempo, al acostumbrarse
Al cansarse ya no haces daño, casi que eres un peldaño
Al extraño lugar donde descansa la esperanza
Que te hace imaginar y especular que todo va a cambiar
Tu eres una cara vecina de la verdad
Por algo eres una enseñante cruel y justa de la vida
Arribas en el desamor, traición y más... siempre estás...
Nuestra relación siempre es rara pues me odias y me amas
Me envenas, me curas, me alegras, me alejas de otras
Me acercas a mi, me haces pensar más en el aquí y
No tanto en los demás,
Me confundes, irrumpes sin aviso, sin saber el fin...
Pero si riñes con el amor eres una tortura
Tu cara es gélida, tus ojos son nostalgia,
Tus manos insanos consejos que se trazan
Me atrasan, me arrasan, cuando me abrazan...
A veces tan agradable como repudiable
A veces eres el reflejo de mis cuestionables acciones
A veces mi propia lealtad que a lo falsos rechacé
A veces la vida misma
Esto es el rito que realizaré cuando me siente contigo
a charlar, reflexionar, llorar o callar
Cuando sienta que todo está perdido a la orilla del camino
Allí estaré recitando mi mismo himno a la soledad...
Tal vez alguien se sintió así cuando la soledad lo abrazó sin avisar o si es una vieja conocida.
