Embriaguez recurrente
Buenas noches,
Sé que me ignoras,
Me evocas,
Unas ultimas horas.
Guía de sombras,
De lo que nunca fuimos,
Me llevas al extremo,
Deduces un intento.
En perfiles adheridos,
A la espontaneidad del suspiro,
Solo soy ese capítulo,
Del mal procesado libro.
En donde no te conozco,
Ni me conoces,
Ni te veo,
Ni te sueño.
Ni sonreímos,
Ni nos reímos,
Callados entre gritos,
Afables, íntimos.
En esa otra versión,
De nosotros mismos,
Donde te observo pasar,
Y me pierdo.
Te quiero,
Y a la vez no,
Está prohibido,
Todo sentimiento.
En términos de moral,
De intensificar,
Promedios ingenuos,
De vulgaridad.
En lo material,
De un no cruzar,
Las vidas sin parar,
La falta de verdad.
Buenas noches,
Me despido,
De tus labios,
Que tanto extraño.
De los abrazos,
Revés irrealizado,
De nobleza,
Lagrimas sueltas.
Es la insurgencia,
De posibles fantasmas,
Que se alejan.
Antes mucho antes,
De que sea demasiado tarde,
Y no exista una prueba,
Una efímera existencia.
Y me hayas borrado,
Por completo,
Buenas noches.
Me presento de nuevo,
Como antes,
Mi antes.
Porque en el tuyo,
Fui un viento rebelde,
Un incendio prudente,
Una embriaguez recurrente.
