Voy de salida de este mundo desquiciado
Donde el amor fue sólo una promesa
Para ilusionarnos en los inicios de la vida
No fuéramos a empezar ya desencantados
Y entonces pensar que no valía la pena
Pasar por la vida así como descalzos
Sobre esas piedras puntiagudas del camino
A pasos largos entre remilgos atropellados
Los pies sangrando de sortear tantos destinos
Para llegar al final a ningún lado
La incertidumbre colgada al hombro
Pesada mochila repleta de futuros y pasados
Y un presente que no se anima a escamotearlos
Con esta angustia infinita que va de la mano
Desprovista de todo cuanto yo imagino
Pendiente de lo que capte la vista
Entre las trampas y los acantilados
Donde un paso en falso si pudiera
Ser la premisa absurda del barranco
Porque siempre termina cuando no es debido
Lo que acaso no debió nunca haber comenzado