Quiero morir. No quiero oír ya má… La noche se deshace, el silencio s… Si ahora un coro sombrío en un baj… si un órgano imposible descendiera… Quiero morir, y entonces me grita…

Me moriré y él seguirá cantando bueno digo Carlitos y Jorge seguirá haciendo el amor

Decir no decir no atarme al mástil pero deseando que el viento lo voltee

Entre tus brazos entre mis brazos entre las blandas sábanas entre la noche tiernos

El sol el sol su lumbre su afectuoso cuidado su coraje su gracia su olor calien… su alto en la mitad del día

Cuándo ya noches mías ignoradas e intactas, sin roces. Cuándo aromas sin mezclas inviolados.

Estás lejos y al sur allí no son las cuatro. Recostado en tu silla apoyado en la mesa del café de tu cuarto

Quiénes son quiénes son metidos en mi vida imponiendo ternura espectros como yo momentáneos y vanos

Como en la playa virgen dobla el viento el leve junco verde que dibuja un delicado círculo en la arena

Pobre mi amor creíste que era así no supiste. Era más rico que eso

Quiero morir. No quiero Oír ya más campanas. Campanas –qué metáfora– o cantos de sirena o cuentos de hadas

No te amaba no te amo bien sé que no que no que es la hora

Ya no será ya no no viviremos juntos no criaré a tu hijo no coseré tu ropa

Es otra acaso es otra la que va recobrando su pelo su vestido su manera la que ahora retoma

Ya en desnudez total extraña ausencia de procesos y fórmulas y métodos flor a flor, ser a ser,