#Mujeres #SigloXX #Uruguayos
Decir no decir no atarme al mástil pero deseando que el viento lo voltee
Aquel amor aquel que tomé con la punta de los dedos que dejé que olvidé aquel amor
Buscamos cada noche con esfuerzo entre tierras pesadas y asfixiante… ese liviano pájaro de luz
Todo es tuyo por ti va a tu mano tu oído tu mirada iba fue
Cuando una boca suave boca dormida… como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de… y los párpados caen colmados de de… tan silenciosamente como consiente…
Entre tus brazos entre mis brazos entre las blandas sábanas entre la noche tiernos
Cuando compre un espejo para el ba… voy a verme la cara voy a verme pues qué otra manera hay decíme qué otra manera de saber quién soy…
Quiénes son quiénes son metidos en mi vida imponiendo ternura espectros como yo momentáneos y vanos
Quiero morir. No quiero Oír ya más campanas. Campanas –qué metáfora– o cantos de sirena o cuentos de hadas
Tan arduamente el mar, tan arduamente, el lento mar inmenso, tan largamente en sí, cansadamente… el hondo mar eterno.
El sol el sol su lumbre su afectuoso cuidado su coraje su gracia su olor calien… su alto en la mitad del día
Esta limitación esta barrera esta separación esta soledad la conciencia la efímera gratuita cerrada ensimismada conciencia
Me moriré y él seguirá cantando bueno digo Carlitos y Jorge seguirá haciendo el amor
No sos mío no estás en mi vida a mi lado no comés en mi mesa