#EscritoresUruguayos
Una lluvia de un día puede no acab… puede en gotas, en hojas de amarilla tristeza irnos cambiando el cielo todo, el… en torva inundación la luz,
No te amargues el mar, acompásate con la hora que, involuntario y cruel, nadie trasmu… ríete de los antológicos traspiés del mínimo común nominador,
Quizás no se deba ir más lejos. Aventurarse quizás apenas sea desventurarse más, alejarse un atroz infinito del sueño al que accedemos
¿Se hieren y se funden? Acaban de dejar de ser la lluvia. Traviesas en recreo, gatitos de un reino transparente, corren libres por vidrios y barand…
La palabra infinito es infinita, la palabra misterio es misteriosa. Ambas son infinitas, misteriosas. Sílaba a sílaba intentas convocarl… sin que una luz anuncie su dominio…
Todo aquí es palimpsesto, pasión del palimpsesto: a la deriva, borrar lo poco hecho, empezar de la nada,
Primero te retraes, te agostas, pierdes alma en lo seco, en lo que no comprendes, intentas llegar al agua de la vida…
Están aquí y allá: de paso, en ningún lado. Cada horizonte: donde un ascua atr… Podrían ir hacia cualquier fisura. No hay brújula ni voces.
Corta la vida o larga, todo lo que vivimos se reduce a un gris residuo en la memoria. De los antiguos viajes quedan las enigmáticas monedas
Si el poema de este atardecer fuese la piedra mineral que cae hacia un imán en un resguardo hondísimo; si fuese un fruto necesario
Ponerse al margen asistir a un pan cantar un himno menoscabarse en vano abrogar voluntades
Cada día es un rayo cegador hundido en tierra, cada instante una perdida gota. Noche a noche algo cambia por una insignia oscura,
Escribo, escribo, escribo y no conduzco a nada, a nadie. Las palabras se espantan de mí como palomas, sordamente crepitan, arraigan en su terrón oscuro,
No cantes, Gran Oreja, y no llores tampoco. No mires hacia el lado del gran ár… ni vuelvas hacia atrás,
Sólo tendremos lo que hayamos dado… ¿Y qué con lo ofrecido y no acepta… qué con aquello que el desdén redu… a vana voz, sin más, ardiente ántrax que crece,